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lunes, 23 de diciembre de 2013

SÍ, VIRGINIA, EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD EXISTE






















La Navidad nos plantea muchas preguntas y depende de nuestro estado de ánimo, nuestra respuesta es muy diferente. Para disfrutar de un momento del año muy especial, un editorial del diario de Nueva York ‘The Sun’, publicado en 1897, puede ser de gran ayuda. Francis P. Church  respondió en un editorial a la pregunta de una niña de 8 años. ‘Sí ,Virginia, Papá Noel existe’, contestó  Church con toda rotundidad. Su escrito ha sobrevivido al tiempo y se ha convertido en toda una tradición. La historia se ha reflejado en la pequeña pantalla en tres ocasiones: una película protagonizada  por Charles Bronson y dos cortos de animación.

   

Es el enigma del espíritu de la Navidad. Para muchos se trata simplemente de una costumbre que se ha convertido en una buena muestra de consumismo exarcebado. Para otros, por una u otra causa (puede ser ese egrégor que comentábamos  en nuestro artículo (El primo de Marty Feldman: EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD ( I ) se trata de un instante único, una puerta abierta a la ilusión colectiva, a un momento diferente, en el que nuestro mundo se hace más humano, aunque sólo sea por unos días.
El editorial de Francis P. Church, a favor de la magia de la
Navidad



Nuestros pensamientos por un instante vuelven a la inocencia de la infancia. En Estados Unidos, el periodista Francis P. Church le dio un nuevo impulso al mensaje navideño cuando contestó la pregunta de una niña de 8  años sobre la existencia de Papá Noel.

Church se dejó llevar y no respondió cómo muchos esperaban a través de un periódico. Un texto que ha perdurado a través de los años y que se lee o se recita en muchos lugares. El actor Charlton Heston  fue uno de los que ha leído el emotivo editorial  a favor del espíritu de la Navidad. 




Tres versiones televisivas de ‘Yes, Virginia, There is a Santa Claus’, una de ellas con Charles Bronson



La historia de Virginia O’Hanlon y Francis Church se ha trasladado a la televisión en tres ocasiones. Una de ellas, 'Yes Virginia, there is a Santa Claus (Yes Virginia, There Is a Santa Claus                      ) es un largometraje protagonizado por el actor Charles Bronson. La película se estrenó en la cadena norteamericana ABC el 8 de diciembre de 1991.




La película cambia la historia real para darle un toque más dramático. El padre de Virginia, interpretado por el actor Richard Thomas, acaba de perder su trabajo cuando se acerca la Navidad. El periodista Francis P Church, encarnado por Charles Bronson, atraviesa un mal momento a causa de la muerte de su esposa. La pregunta de Virginia le dará nuevas razones para vivir. 




Sorprende la actuación de Charles Bronson, como el apesadumbrado periodista, y más cuando en años anteriores se había especializado en papeles de duro justiciero.




La niña de 8 años, Virginia O’Hanlon es la actriz canadiense Katharine Isabel, que más tarde protagonizara algunos papeles en películas de terror.



También participa en esta versión televisiva, Edward Asner, quien tiene más de 300 trabajos, entre series y películas y se hizo popular por la serie de finales de los años 70, ‘Lou Grant’.



Dos versiones animadas de ‘Yes, Virginia, there is a Santa Claus





La primera versión para televisión del famoso editorial se transformó en una historia animada de 25 minutos ( Yes, Virginia, There Is a Santa Claus). Fue en 1974. Su director, Bill Meléndez, conocido por llevar a la pequeña pantalla la serie de televisión ‘Carlitos y Snoopy’




Con un estilo muy similar a la animación de Carlitos, Meléndez , le otorgó a la trama  esa mezcla de historia de niños y ambiente navideño.


35 años después, en el 2009, se estrenó, también para la televisión, otro corto de animación titulado ‘Yes, Virginia’ (Yes, Virginia). 





Todo un alegato a favor de la Navidad lleno de mensajes positivos para los más pequeños. El espíritu de la Navidad quitará todas las dudas que le querían sembrar a Virginia.



El texto de Francis Church, el gran tesoro




En los cortos y la película, el texto de Francis P. Church forma parte importante de la trama. El escrito aparecía en mitad de una página del diario neoyorkino ‘The Sun’ el 21 de septiembre de 1897 y sin firmar. En cambio, ese pequeño texto reivincando la Navidad y su magia, se ha convertido en uno de los editoriales más leídos de todos los tiempos.
Terminamos con la versión integra del escrito periodístico. Como insinúa Francis Church, todavía nos queda mucho por descubrir. 









«Querido director: Soy una niña de ocho años. Algunos de mis amiguitos dicen que no existe Santa Claus. Papá me dice “si lo lees en The Sun será así”. Por favor, dígame la verdad: ¿existe Santa Claus? Virginia O'Hanlon. 115 West, Calle 95. New
York»




«SÍ, VIRGINIA, EXISTE SANTA CLAUS»


«Virginia, tus amiguitos están equivocados. Se han contagiado del escepticismo de una época escéptica. Sólo creen en lo que ven. Piensan que no puede existir nada que no sea comprensible para sus pequeñas mentes. Todas las mentes, ya sean de adultos o de niños, son pequeñas. En este nuestro gran universo, el hombre es un mero insecto, su intelecto es una hormiga comparado con el mundo sin fronteras medido por la inteligencia capaz de alcanzar toda la verdad y conocimiento.

Sí, Virginia, existe Santa Claus. Su existencia es tan cierta como la del amor, la generosidad y la devoción; y tú sabes que existen y dan a tu vida su mayor belleza y alegría. Además, ¡qué monótono sería el mundo si no existiera Santa Claus!. Sería tan monótono como si no existiera ninguna Virginia. No habría fe infantil, ni poesía, ni romance para hacer tolerable la existencia. No tendríamos felicidad, salvo que fuera palpable. La luz eterna con que la infancia llena el mundo se extinguiría. 


Si no crees en Santa Claus, tampoco debes creer en los cuentos de hadas. Puedes conseguir que tu papá contrate varios hombres para vigilar todas las chimeneas en Nochebuena y cazar a Santa Claus. ¿Pero, incluso si no vieran a Santa Claus bajar, qué estarían probando? Nadie ve a Santa Claus, pero eso no es señal de que Santa Claus no exista. Las cosas más reales en este mundo son aquellas que ni los niños ni los adultos pueden ver. ¿Has visto alguna vez a las hadas bailando en el jardín? Por supuesto que no, pero eso no es prueba de que no estén por ahí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas que no podemos ver o sentir en este mundo. 




 

Puedes romper el sonajero de un bebé y ver lo que hace ruido dentro, pero el velo que cubre el mundo invisible no puede romperlo el hombre más fuerte ni la fuerza unida de todos los hombres fuertes que hayan existido. Sólo Fe, imaginación, poesía, amor, romance pueden correr la cortina y ver la belleza celestial y la gloria del más allá. ¿Es todo esto real? En todo el mundo, Virginia, no existe nada más que sea tan real y duradero.

Gracias a Dios, Santa Claus existe y existe para siempre. Un millar de años pasarán, Virginia, nueve, diez veces mil años desde ahora, y él continuará poniendo felicidad en el corazón de la infancia».








jueves, 16 de diciembre de 2010

EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD ( I )














Las versiones del cuento de Dickens. Mr Scrooge, el avaro de los mil matices La canción de Leslie Bricuse. De Albert Finney , Henry Winkler ,George C. Scott a Michael Caine y los Teleñecos.Una versión del 71 consiguió el Óscar al mejor cortometraje de animación



La Navidad se acerca y todo el atrezo està preparado para celebrar una historia que ocurrió en un pesebre hace 2000 años. Se preparan los focos, las luces, mucha gente piensa que la primera compra consumista se hizo un 25 de diciembre y a casi todos, con más o menos euros, se les ocurre regalar cualquier tipo de detalle para demostrar que entendemos el mensaje de la Navidad.




Como en muchas otras cosas que ocurren, nos quedamos con la imagen. como si fuera un anuncio de esas recomendaciones de hermano mayor pesado con las que nos ‘machaca’ el gobierno antes de subirnos la gasolina, la luz , el IPC, el IVA o todo aquello que se justifica con una ‘sufrida y razonada’ estadística. ‘Compre, esté contento, pase el día con su familia, porque es Navidad’.Pero hay otras navidades.

‘A Christmas Carol’, un Dickens universal



Estos días más familiares, aparte de todo lo que conocemos, también se caracteriza por el denominado espíritu de la Navidad. Según algunas teorías,se trataría de un egrégor, es decir una creación humana que està en el plano emocional y que se formó en el instante del nacimiento de Jesús. El egrégor es algo así como un sentimiento colectivo y en este caso muy positivo.

El espíritu de la Navidad se asocia en buena parte del mundo a un relato que Charles Dickens escribió en 1843, hace la friolera de 167 años: ‘A Christmas Carol’ y que todavía sigue vigente. El cambio que experimenta un avaro con la llegada de los días más familiares continua siendo uno de los relatos más queridos y versionados por niños y adultos a los que nos gusta ese mensaje.



‘Míster Scrooge sancionado por el FMI




Ebenezer Scrooge no da un giro a su vida ni decide ser un protector de los débiles por su propia voluntad. Los fantasmas se le aparecen y de alguna manera le obligan a renunciar a una trayectoria miserable para no ser un futuro detrito. Y él, convertido, toma una decisión que ahora mismo no sería aceptada ni por el FMI ni por el Banco Central Europeo, ni por todos los Scrooges no convertidos que mandan y deciden sobre el futuro de este triste planeta: ‘le sube el sueldo a su empleado’.



A buen seguro que Dickens hubiera tenido problemas para escribir en la actualidad su relato de Navidad. Su crítica pecuniaria de Scrooge podría hacer tambalear la bolsa, perjudicar a los especuladores, reducir las ganancias de las casas opulentas. ‘Scrooge actúa despiadadamente por una razón de estado, subirle el sueldo a un empleado ahora mismo puede resultar toda una catástrofe’, diría un avezado economista de esos que escriben obviedades que nadie entiende.

Como hemos podido comprobar, ‘ A Christmas Carol’ o la historia de Scrooge es como un molde que nos da rápidamente una nueva versión, semejante pero diferente y que apetece contársela a todo el mundo.

Albert Finney, y su calvario de Scrooge



Al cine le pasó eso, se producía una necesidad imperiosa, por el motivo que sea, de transformar en imágenes el relato de Dickens. La primera fue muy temprana, en 1901 y la última en 2009. Mudas, habladas, en blanco y negro, en color, musicales, versiones para la televisión, de animación  ... el avaro al que el espíritu de la Navidad le abre los ojos siempre interesa.

Albert Finney fue uno de los que mejor interpretaron a ese ser egoísta en un musical ‘Muchas gracias, Mr Scrooge’ (Muchas gracias, Mr. Scrooge ).    El actor lo pasó fatal en el rodaje, tenía 34 años y era sometido a un ‘tormentoso’ maquillaje y en una escena (la que va volando) cayó y sufrió una hernia.


Esperemos que años después le trajera mejores recuerdos la película que quería olvidar. Un punto destacado de esta versión dirigida por Ronald Neame es que se trata de un musical y detrás figura un buen compositor y letrista como Leslie Bricusse. Entre todas las canciones, se ha quedado como un clásico el pegadizo tema ‘Thank You very much’, muy apropiada para resaltar ese ‘egrégor’ del colectivo que transporta a todos a los buenos propósitos.



George C. Scott y Henri Winkler, otros ‘Scrooge’



La crítica coincide en señalar el Scrooge de George C. Scott realizado en 1984 como una de las mejores versiones. ( Cuentos de Navidad ).Curiosamente fue un proyecto televisivo dirigido por Clive Donner. Resalta sobre todo la gran actuación de Scott que comprendió muy claramente las bases interpretativas del personaje.








Otra versión televisiva es una de las más apreciadas. La interpreta Henry Winkler, actor más metido en papeles de comedia. Aquí se titula ‘An american Christmas Caroll’  ( An American Christmas Carol ) y se traslada a la época de la gran depresión. El nombre de Scrooge cambia por el de Benedicto Slade.




En 1988 se estrena en tono de comedia una versión actual del relato de Dickens. ‘Los fantasmas atacan al jefe’( Los fantasmas atacan al jefe ). El Scrooge de turno se llama Frank Cross y es en esta ocasión un despótico directivo de televisión al que encarna Bill Murray. Robert Mitchum y John Forsythe,el de la serie ‘Dinastía’, tienen un papel en esta variante dickensiana.


‘Scrooge’ más animado



Los teleñecos también se atrevieron a llevar al cine esta historia navideña con Michael Caine, en el papel del super avaro reconvertido por el espíritu navideño ( Los teleñecos en cuentos de Navidad ). La cinta es ante todo original y muy familiar por esa irrepetible combinación Dickens, Caine, la rana Gustavo, miss Piggy y sus amigos.




Reducido a un corto de 26 minutos, el ratón Mickey revivió el cuento en ‘Una Navidad con Mickey’ ( Una Navidad con Mickey).

De mayor duración fue la presencia del popular personaje animado ‘Míster Magoo’( Mister Magoo's Christmas Carol) , en un Scrooge terriblemente especial. 





Tantas versiones de esta historia de Dickens y una de las menos pretensiosas, ‘Un cuento de Navidad ’( A Christmas Carol )  de 1971 fue la única que se llevó el Óscar. Se trata de un corto animado de 28 minutos. Se concibió para emitir en televisión, pero por su calidad se estrenó en los cines y optó al Óscar .Alastair Sim y Michael Hordern, participantes en la versión británica del 51 repiten con sus voces en esta creación con premio añadido.

 

Hemos observado que la historia de Scrooge permanece intacta en nuestros pensamientos, la última ya ha tomado el 3-D y la protagonizó Jim Carrey. Quizá en el siglo XXI, casi siglo y medio después que Dickens escribiera su cuento, aún proliferan demasiados Scrooges a los que todavía no les ha llegado el espíritu de la Navidad. Esperemos que reflexionen y vean el final que les espera si actúan cegados por su avaricia y su insaciable afán de conseguir más y más dinero.